viernes, 2 de febrero de 2007


La mentira tiene unas patitas veloces, cortas pero raudas, y la gran mayoría de las veces por la velocidad que logra en su huida llega a su destino sin problema alguno.



Embustia estaba plagado de seres “reales”; Narbay, Lucas, Augusto, y hasta Nadie se transformaba en un genuino embustiano... pero sin embargo, nadie se transformo en definitiva en un mentiroso “conforme y full time”... el sistema, como siempre tiene sus beneficios y en gran medida infinitas fallas.
Para la información de algún triste cholulo, o un alegre sociólogo, tuve la oportunidad, en un amplio salón lleno de electrodomésticos, que con un cartel en su puerta invitaba a entrar...”Casa de comidas Philips”, ver la televisión... y tengo que confesarles que realmente me ilusioné, esperaba ver lo que siempre quise... realmente esperaba algo distinto... de todo lo extraño, ansiaba ver las espinas de los que piensan, convertidas en rosas para un romántico... pero no... era igual, la puta madre!!! Exclamé. Pero, si es exactamente la misma bosta... claro, ahora caigo en la cuenta, me dije- es totalmente lógico... que esperabas ver iluso... la televisión, “es,” igual en todos lados, un símbolo de Embustia y fantasía engañosa... lamentablemente.


La radio es un capitulo aparte, se parecía tanto pero tanto a la maldita caja estúpida que daba asco... lo mismo, pero sin las “digitadas” imágenes que salvan algo la vaciedad de contenidos que reina en los rayos catódicos... pero que, eran reforzadas por los comentarios “agudos y punzantes” de... computadoras programadas para promocionar, vender... (lo que fuese) y ah!, Salvar a las focas... que llamaban “tiburones” o algo así, ¿importa?...



Me quedé dormido en un colectivo después de que un infortunado vendedor, intentaba que le compren... peines... y antes de entrar en el sueño, observe como de diez pasajeros, 3, si 3, le compraban... dude de la verdad... y entre en el sueño embustiano...


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