viernes, 2 de febrero de 2007

embustia3

Anoche tuve un sueño... fotografías en negativo, incomprensibles y descontroladas. Fue un descanso cansador, pero no me parece que fuera una pesadilla, no sufría, y era algo extremadamente raro... como un deja vu dentro de un sueño, o sea lo contrario a cualquier tipo de premonición.
Pero como suele suceder, la mente (por su propio bien) se encarga de borrar lo “vivido”, y raras veces, nos regala chispazos de la dimensión del sueño.
Hoy, al levantarme; la imagen grabada, los resabios oníricos, esa fotito vieja de la almohada... me entrego la imagen de un linyera...
...Y así es que puedo seguir “rearmando” mi experiencia embustiana.


Camine sin dirigirle la palabra a nadie, (nótese la minúscula) no fuera que se me ocurriese comentarle a alguien, que el clima era excelente-y en verdad lo era-para terminar sufriendo la represión anti-verdad.
Así es que me conduje con precaución, dudando de todo…¿cómo le dirán al sol, luna?...era de día, pero seguramente, estos tipos acaso “dirán” estar viviendo la mejor noche de su vida, pensé.
Se me tornaba confuso y me sentía un bebe que recién empieza a hablar, y yo no podía ni eso. ¿Hablar, seria callar?...


Señora, oí, y evidentemente no me di por aludido, y una voz gastada repitió... señora, entonces, no me dio otra opción que guardarme el machismo en el bolsillo y ver que caraj... que precisaba esa persona.
Un croto de mi ciudad; La piel grasosa, la barba crecida y canosa, entre cartones y un perro de compañero, una mirada indescriptible, pues no había tristeza y frustración (en embustia nada se entendía del todo. Estaba sentado cómodamente, y acariciaba, lo que seguro, deducía yo, era un “gato”. Venga señora... con miedo dije... si?...usted no es de por aquí, no es cierto... (la verdad no, iba a contestarle, pero ya no sabia que era la verdad) ahá... le dije... si o no, me presiono cortante el tipo... habrán sido cinco segundos que esperé que todo acabara, cuando el croto estalló en una carcajada. Siéntese señor, y no tema, conmigo esta a salvo.
Me llamo Narbay, y aquí don de me ve, podría estar viviendo de mis millones, como mis colegas empresarios mentirosos, pero, yo opte por seguir siendo una persona, ellos viven bien, pero a sus gatos guardianes, y a sus maridos, con todas sus “miserias” no pueden decirles que los aman... y eso no es ser humano.
Inmediatamente me propuse aprender el “sistema enbustiano”, no fuera que una mujer demasiado hermosa, me llevara a la cárcel por un piropo, así es que lo consulté acerca del dialecto... ah! Eso si que es lo complicado, dijo Narbay, porque no todo se reduce, a dar el significado contrario del que uno quiere expresar, no siempre blanco es negro y viceversa, pero, de todas formas el desconcierto ocurre con los sentimientos, odio nunca podría ser amor, aunque a veces parezca (Narbay se reía y yo quería quedarme ahí, seguir mi camino era demasiado peligroso), la jodieron con eso, ahí se deshumanizaros, cuando el régimen prohibió también la demostración de sentimientos, o al menos en publico... esos días murieron miles; un choque y las consiguientes puteadas, los novios en las plazas, los mendigos y sus benefactores, todos dando y recibiendo verdades, “relativas”, pero verdades al fin.
No sé si sabés de la clandestinidad, me dijo. No respondí. Mirá, yo no soy del servicio secreto, así que no me mientas por que te rajo a patadas... bueno... si... en realidad conocí a alguien... dije, no, esta bien... mejor no me cuentes, me causa melancolía tanta verdad, y vos, aunque mientas un poco, vas a producirme añoranzas por un lado, y odio a toda esta cagada por otro... y yo ya estoy jugado... pensá en vos, esto no te va a resultar para nada fácil, aunque tu desconfianza y prudencia, puedan llegar a salvarte la vida, no cometas estupideces y llega primero que la trampa... atiné a decir... bueno (quise volver al dialogo, pero me paró en seco)... no! Chau, mejor andáte... adiós, o debería despedirlo con un “hola señorita, que tenga pesadillas”... ja, ja... reía el viejo.
Y me fui, o talvez estaba volviendo...

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